Tecnología:
Braseida
Nina Quispe[1]
Jesus Humerez Oscori[2]
Introducción
Actualmente, el
gobierno del Estado Plurinacional construye un discurso sobre la soberanía
tecnológica y descolonizadora, pero ambas categorías no son entendidas en su
dimensión real. Entonces, es un discurso aparente sin contenido, ni proyecto de
Estado sobre la ciencia y tecnología a largo plazo.
Por su parte, la
descolonización tecnológica, desde la mirada de Frantz Fanón todavía no sería
entendida en su plenitud. Es decir, en el sentido de que existan hombres y
mujeres nuevas que generan tecnología para la vida y no para la muerte,
asimismo que los países colonizados busquen producir autónomamente, su propia
tecnología de manera soberana y autodeterminativa. Por ejemplo, es lo que paso
con la India en 1930 (antes de su independencia), cuando no realizaron el pago de impuestos de sal al Imperio británico,
luego ellos mismos evaporaron el agua marina y fabricaron sal. Después en 1951,
el político visionario Jawaharlal Nehru[1]
implementó una revolución científica mediante los institutos tecnológicos de élite
que pudieran competir con los países avanzados, siendo la base de una mirada a
largo plazo, y una política descolonizadora en el área tecnológica.
En tal situación, el estudio científico
aplicado es un campo que fue descuidado y poco reconocido desde el Estado boliviano
republicano, nacionalista, dictatorial y hasta plurinacional. De manera que, la
ciencia, técnica y tecnología andina fueron y son invisibilizados e incluso
desestimados desde criterios enajenantes y coloniales, a pesar de que hoy en
día la población aún recurre a la medicina andina en su diario vivir desde un
resfrío hasta una curación compleja. Muchos científicos/as y estudiosos/as e
innovadores aymaras y quechuas son olvidados. Una de las causas principales fue
que, en Bolivia en todas sus etapas históricas nunca tuvo una política de Estado,
que fomente la investigación en áreas exactas como lo hacen otros países (EE.UU.,
China y Japón).
Entonces, existen dos enfoques con
respecto a la innovación y la creatividad. El primero, el Estado es el
principal actor que fomenta a investigadores, científicos en las áreas de
ciencia y tecnología. El segundo, los innovadores se forman en una sociedad
emprendedora e innovadora. Desde nuestra perspectiva es que los innovadores se
forman en una cultura emprendedora. En el caso de los aymaras y quechuas
funciona mediante la lógica del ayllu, el cual se basa en el emprendimiento y la
rivalidad (el tinku) (Untoja, 2012) . Así también, el Estado
tiene la labor de plantear políticas de fomento e incentivar la investigación científica,
asimismo financiar proyectos tecnológicos y construir las ideas fuerza de una
educación innovadora y tecnológica.
Con el presente
ensayo[2] buscamos
entender y responder las siguientes interrogantes: ¿Existió antes de la invasión
aportes tecnológicos?, ¿Existen en la actualidad aymaras que están innovando en
la tecnología?, ¿Cuál es la importancia de la educación en la formación de
nuevos innovadores en la tecnología?
La innovación y la tecnología antes de la colonia
Nuestros
antepasados en sus distintas etapas, desde los Viscachanis, Chiripas,
Wankaranis, Tiwanakutas, los Kollas e Incas, se dieron la tarea de innovar y
crear tecnología. Si bien miraron atrás, no se quedaron ahí, sino más bien
empezaron a producir tecnología.
Es el caso de la
cultura Wancarani quienes tienen dos aportes en la innovación tecnológica:
fabricaron los hornos andinos o Wayras[3] y construyeron casas de adobe y de planta circular[4].
En
el área tecnológica, la cultura Chiripa fabrico la puerta corrediza; edificó
sus viviendas que estaban construidas con paredes
dobles de adobe; y por último, realizo la fundición del cobre (Ponce, 1979) .
También, la
civilización de Tawanaku desarrollo la
metalurgia del bronce; construyo
un sistema de ingeniería hidráulica mediante los
suka-kollus o camellones; edifico grandes obras en la arquitectura y en la
escultura monolítica; y para finalizar, deshidrataron los alimentos de la papa en
chuño y tunta y la carne de llama en chark`e.
En definitiva,
nuestros antepasados fueron grandes inventores, científicos e ingenieros en su
tiempo (Reinaga, 2009) . Existe un proverbio aymara que
nuestros abuelos y abuelas siempre han dicho: “Nayr qhep uñtas saraña” que
significa que se tiene que caminar mirando atrás y adelante. Es decir, los
aymaras y quechuas, no tenemos que quedarnos en el pasado, sino a partir de
ella proyectar el futuro. En tal situación, nos toca a nosotros seguir
inventando, creando, y si es necesario copiando tecnología en el siglo XXI y
XXII.
Prototipos aymaras en la innovación tecnológica en
la actualidad
Existen tres
enfoques dentro del mundo aymara con respecto a la ciencia y la tecnología. El
primero, la del ex canciller David Choquehuanca, quien indica que se tiene que buscar
el conocimiento en las arrugas de los abuelos, asimismo seguir investigando lo
que hicieron los antepasados. El segundo, pertenece a una línea pragmática de
que los aymaras contemporáneos buscan como inventar, crear, copiar tecnología
para democratizar en toda la población. El tercero, propone combinar y buscar
una dialogicidad entre el conocimiento y la ciencia occidental con el
conocimiento y ciencia andina.
En el segundo y
tercer enfoque se adhiere este apartado, bajo un concepto denominado revolución
científica silenciosa, el cual fue propuesta por Roly Ronald Mamani de
formación electrónico de la Universidad Pública de El Alto. Cuando lo visitamos
en su casa de Achocalla (La Paz), que por cierto nos atendió de manera amable y
atenta, donde nos habló sobre este tema:
“Como yo, he podido conocer que
hay varios muchachos que quieren hacer lo mismo, ¿no? con exoesqueleto, pero
con otro tipo de cosas y sufren, pero están trabajando con lo que puedan. Mucha
gente no lo sabe, no nos conoce, y están en el anonimato y silenciosamente se
están desarrollando y rebelando ante todas estas cosas pese a las dificultades
o a los limitantes que tiene, pero toman buenas decisiones al no quedarse así,
yo me refiero a eso (…)” (Entrevista a Roly Ronald Mamani, estudiante de
Ingeniería Electrónica, 23/09/2017).
Por otro lado, el problema se encuentra en el
sistema educativo, ya que la enseñanza a innovar, crear y si es necesario
copiar tecnología llega a ser muy precario, porque no existen políticas
sostenibles que permitan la aplicación efectiva y sostenible de las mismas, de
ninguna entidad autonómica gubernamental. Limitando a solo políticas de
promoción (EDUCA/INNOVA) dedicada a maestros en las ferias expositivas de los
institutos superiores.
Sin embargo, los personajes
aymaras a pesar de no tener el apoyo desde el Estado boliviano buscan
reinventar, innovar y copiar en diversos campos, para buscan solucionar
problemas concretos de la realidad.
Podríamos señalar que el
apoyo económico en estas personas no es lo principal, sino más bien es el
talento de la gente aymara tanto de buscar innovar, crear, copiar, reinventar
en diversos campos. Podemos evidenciar con esta afirmación: “(...)
si el secreto de la innovación radica en el talento de la gente, más que en los
recursos o incentivos económicos, muchos países latinoamericanos y
europeos, donde están floreciendo nichos de creatividad tienen una excelente
oportunidad de estar entre los líderes de la innovación en el mundo del futuro”
(Oppenheimer A. , 2014) . Asimismo, la
creatividad es un proceso social, donde la gente en base a su necesidad, busca
solucionar los problemas cotidianos. Entonces, la creatividad tiene factores
importantes como la tolerancia al fracaso, la rivalidad, colaboración, concentración
de mentes creativas y un espíritu emprendedor.
A lo largo de la
historia y en nuestro tiempo han existido jóvenes y no jóvenes aymaras que han
sobresalido en los campos de la ciencia y tecnología. Es el caso de los inventores
como: los hermanos Titiricos, Jaime Cancari e hijos, Roly Ronald Mamani,
Esteban Quispe, entre otros. Todos a pesar de sus limitaciones materiales, han
buscado siempre hacer cosas diferentes, sin reproducir el lamento boliviano:
“no podemos, no tenemos tecnología, ni dinero”.
Asimismo, podríamos afirmar que existe una
construcción social de la identidad aymara con diversos actores en diferentes
campos tanto en la arquitectura, arte y pintura, ciencia y tecnología, entre
otros. Esto tiene que ver en
construir prototipos aymaras[5]
exitosos en las diversas ramas del conocimiento.
En tal sentido,
se encuentran a mediados de los 80 y 90, los hermanos Félix y Aníbal Titirico “Los
genios de Corocoro”, quienes experimentaron la instalación
de una garrafa de gas licuado de petróleo GLP a un camión Ford (Chuquimia, 2015) . Este automóvil de
marca Ford, según los pobladores, funcionaba de manera segura y andaba por todo
el pueblo de Corocoro[6].
También, según relatos de familiares de Corocoro (La Paz) señalan que los
hermanos Titirico ensamblaron una escopeta con materiales caseros. “Félix siempre
que podía mostraba orgulloso un pequeño recorte de periódico donde decía “joven
arma escopeta con materiales caseros”” (Ibid). Sin embargo, el gobierno
de ese entonces prohibió tal invención, ya que los consideraba una amenaza
subversiva. Por último, nuestros científicos aymaras instalaron una moledora de
estuco en su domicilio en base a engranajes. Cuando fuimos a dicho lugar,
ubicado en Corocoro, nos sorprendimos como estos personajes lograron incorporar
y armar una moledora con engranaje.
En la actualidad
es el caso de Jaime Canqari y sus hijos, quienes son fabricantes de bicicletas,
helicópteros y otros (Castaya, 2016). Canqari junto a su familia fabricaron el
primer prototipo de helicóptero en la ciudad de El Alto. Un elemento importante
de este personaje es que como todo inventor y emprendedor no existe imposibles.
Al respecto dirá Kawi Castaya:
“La autoestima de Canqari
desborda lo común, esta actitud es la que necesita una nación para ser grande y
poderoso, es un prototipo aymara, que piensa, proyecta y hace; no existe lo
imposible y está en marcha su proyecto” (Kastaya, 2016: 206).
De igual modo, otro
caso es el joven aymara Roly Ronald Mamani[7],
quien construyó un prototipo de un exoesqueleto metálico para ayudar a personas
con discapacidad en los miembros inferiores y superiores. También, según Roly
Mamani busca articular la tecnología y los problemas concretos para el servicio
de la comunidad. Además, manifestó Mamani: “Tiene sensores que permiten mover
extremidades del cuerpo humano que por algunos motivos dejaron de funcionar.
Estoy esperando que el equipo sea válido por un fisioterapeuta” (La Razón,
01/16/2017). Este proyecto nació como una idea, luego busco solucionar
problemas concretos de la sociedad, para después democratizar la tecnología.
“Aun principio al estar enfocados
en crear cosas. Yo recuerdo que incursione esto hace cuatro años atrás, (…)
estaba en el patio de mi casa, ¡ah me imagine!, se me entro en la mente decir
hare esto, después fue nada más hacerlo, y después me entretenía en potenciar,
llevarlo más allá de curiosear, llevarlo más a algo que pueda solucionar una
problemática me llamo más la atención y eso fue la motivación para seguir día,
tras día” (Entrevista a Roly Ronald Mamani, estudiante de Ingeniería
Electrónica, 23/09/2017).
Por último, podemos mencionar a Esteban Quispe
de origen aymara y oriundo de Patacamaya, quien
por la necesidad y la creatividad logro realizar inventos. El primero de sus inventos
creativos fue crear un circuito de luces que parpadean de derecha a izquierda,
siguiendo el ejemplo del parachoques de Kitt, el auto fantástico. El segundo
con el que hizo conocer en nuestro territorio y en otros países fue la creación
del robot Wall-Ekitt (parecido al personaje de Disney Wall-E conocido en
películas), el cual puede mover sus brazos, trasladarse de un lado a otro, y
detectar y evitar obstáculos. Según Esteban Quispe indica: “Ahora estoy
trabajando en una forma de controlarlo desde mi celular. Wall-Ekitt es mi
compañerito” (La Razón, 28/06/2015).
Cuando conocimos personalmente a
Esteban Quispe en el Hotel Torino en el Encuentro de Profesionales Aymaras
(2018), donde fue expositor de dicho evento. Lo que más sobresalía de Quispe
fue su humildad y carisma. Después de acabar con las exposiciones nos fuimos junto
a los expositores a seguir conversando donde los conocimos más profundamente,
compartimos algunas ideas, nuevos proyectos que tenían; al mismo tiempo nos
organizarnos para fortalecer la ciencia, la tecnología y nuestra identidad
aymara. Cuando nos fuimos le pregunte a Quispe: ¿Cuál es su nuevo proyecto?, Estabas
creando un robot para la agricultura. Él me respondió que, ya presentara un
proyecto en el mes de octubre de esta gestión, indicó.
Por tanto, esto nos hace deducir dos elementos,
primero, que existe jóvenes aymaras quienes están innovando, creando y copiando
tecnologías para solucionar problemas concretos de la realidad; segundo, existe
una incipiente adhesión a la identidad aymara en los personajes indicados. Por
tanto, se debe señalar que falta una articulación entre la intelectualidad y
los científicos, artistas, deportistas y qamiris de origen kolla
(aymara-quechua).
La importancia de la educación en la formación de
la innovación y la tecnología.
En Bolivia, la
mayoría de las personas jóvenes estudian carreras de derecho, trabajo social,
ciencias de la educación, sociología y filosofía. En la actualidad, también
existe un gran porcentaje de estudiantes en las carreras de ciencias económicas
y financieras como la contabilidad. Sin embargo, las carreras de ingeniería en
todas las áreas son poco estudiados, no solo en Bolivia, sino en toda América. Según
datos de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RI-CyT), Iberoamericana
e Interamericana, 63% de los dos millones de jóvenes que egresan anualmente de
las universidades de Latinoamérica y el Caribe se gradúan en las carreras de
ciencias sociales y humanidades, mientras que apenas 18% egresan con
licenciatura en ingeniería, ciencias y ciencias sociales, y el resto se gradúa
en medicina, agricultura y otras disciplinas (RCYyT,
2014) .
En tal situación,
según los datos del gobierno municipal de La Paz, en relación al número de
estudiantes matriculados en la UMSA (2010-2015) se encuentran en primer lugar,
la facultad de ciencias económicas y financieras con 16,3%, humanidades y
ciencias de la educación con 13,9%, luego está la facultad de derecho y
ciencias políticas con 13,5%, después la facultad de ciencias sociales 11,4%,
en el final se encuentran la facultad de ingeniería tiene 10,9% y tecnología
9,3%. Esto nos hace deducir, que existe un bajo interés y poca accesibilidad a
las áreas de ingeniería y tecnología.
Por otra parte, si
bien necesitamos mirar la lucha de nuestros líderes históricos, sin embargo, es
más necesario mirar el futuro en la educación. Por tanto, los jóvenes y líderes
debemos mirar el futuro, sin olvidar nuestro pasado. En China, no andan
lamentando lo que Mao Ste Tung no pudo hacer o investigando sobre la muralla China,
sino más bien miran el futuro, para ser los primeros en el mundo actual. Es por
esa razón que en los nuevos textos escolares de Shanghai, la historia del
comunismo se reduce a un párrafo, mientras que el estudio de la ciencia,
tecnología e innovación ocupan mayor espacio en los textos de la China
comunista actual (Oppenheimer A. , 2010) .
La educación es
el pilar fundamental de toda sociedad y Estado. Entonces, la educación tiene
que ser una tarea de todos. Sin embargo, nuestras madres y padres no tienen el
hábito de invertir en la educación de sus hijos, piensan que con colocar en una
unidad educativa fiscal y gratuita ya han cumplido su tarea. Es más cuando
tienen que comprar un libro, o su hijo le pide pasar en clases particulares
(privadas) sobre física, química u otras áreas, dicen: “no hay plata, somos
pobres”. Sin embargo, en nuestras casas, sabemos que existen más matracas que
libros, es más en las entradas de la zona o barrio, o la entrada Folclórica de
la zona 16 de julio, La Festividad del Gran Poder, nuestros padres se compran
cajas de cerveza, gastan en la ropa, pero dicen no tener plata para la
educación de sus hijos (as). Por tanto, tenemos que observar la educación de
nuestros hijos e hijas como una inversión y no como un gasto.
La visión que se
tiene que tener, es que la educación es una inversión y no un gasto. Nuestros
padres y madres nos dicen, cuando estamos estudiando en alguna institución
privada o fiscal, “mi hijo me está haciendo gastar plata”. Pero, a pocos
escuchamos decir: “estoy invirtiendo en el estudio de mi hijo (a)”. Por el
contrario, en otros países, como Japón hasta el abuelo y los padres ahorran e
invierten en la educación de sus hijos. En casa tenemos algunos familiares que
cuando le decimos que tiene que colocar en algún instituto a su hijo o hija,
dicen: “que no tienen dinero y que es en el colegio donde tienen que aprender”.
En definitiva, si queremos salir adelante tenemos que invertir en la educación
en todos sus niveles, así podremos ir a la par de otros países. En Japón, el
regalo más apreciado que les dan, no es una propiedad, si no es la educación, o
en el caso de los chinos, una buena educación financiera y la mayor parte de su
dinero y tiempo es invertido en la educación de sus hijos. Además, necesitamos forjar una cultura
familiar de la educación. Según algunas investigaciones en Corea del Sur, las
familias coreanas invierten más en la educación de sus hijos que en otros
países, muchos ahorran toda su vida para tener un buen estudio en las mejores
escuelas y salir al exterior, es decir que es un sacrificio e inversión desde
el padre, la madre y hasta el abuelo.
Por otro lado, el
pasado 13 de abril de esta gestión, la Asociación de Maestros de física y
química (ADEMFIQ-LP) demandaron mayor cantidad de horas de estudio en áreas
exactas. Por su parte, el gobierno a pesar de su discurso sobre la soberanía
científica, lo único que hizo es unificar ambas materias y reducir horas en
estos campos, sobre dicha demanda solo organizó un par de seminarios y las mismas
no fueron escuchadas, ya que hasta ahora no se observa ningún cambio.
Para finalizar, habría
que decir también que se necesita formar un movimiento por la educación similar
a la de Brasil e Israel, el cual pueda supervisar, proponer y exigir al Ministerio
de Educación y los profesores para una educación de calidad. Por ejemplo, en
Israel, se ha formado el movimiento denominado: “la educación es todo”, el cual
tiene como objetivos: evaluar a los ministros cada tres meses, fortalecer la
educación pública y elevar la profesión docente a una de las principales
prioridades del país.
Referencias
Chuquimia,
M. R. (01 de Julio de 2015). Los genios de Corocoro. Obtenido de
https://medium.com/@mrduranch/los-genios-de-corocoro-2e5572117a01
Mamani,
R. R. (23 de Septiembre de 2017). Ciencia y tecnologia . (J. H. Oscori, Entrevistador)
Oppenheimer,
A. (2010). ¡Basta de historias! La obsesión latinoamericana con el pasado
y las 12 claves del futuro. Buenos Aires: Debate.
Oppenheimer,
A. (2014). ¡Crear o morir! La esperanza de Latinoamerica y las cinco
claves de la innovación. México, D.F.: Debate.
Ponce,
C. S. (1979). La cultura nativa en Bolivia. La Paz-Cochabamba: Los
amigos del libro.
RCYyT.
(18 de Junio de 2014). Cuadro "Graduados en educaciòn Superior".
Obtenido de www.ricyt.org/indicadores
Reinaga,
F. (2009). La Revolución India. La Paz: WAGUI.
Untoja,
F. (2012). Retorno al ayllu. Una mirada aymara a la globalización; crìtica
de la economía comunitaria. . La Paz: Ayra.
La Razón, 01/16/2017, disponible en: http://la-razon.com/index.php?_url=/sociedad/Ciencia_tecnologia/tecnologia-exoesqueleto-upea-ronald_mamani_0_2638536159.html
(12/04/2017)
La Razón, 28/06/2015, disponible en: http://www.la-razon.com/opinion/editorial/Genio-Patacamaya_0_2300769910.html (02/05/2018)
[1] Es profesora y realizó una maestría en física y química.
[2] Estudió
Sociología en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) y es miembro del grupo
Movimiento Indianista Katarista (MINKA).
[1] Nehru fue primer
ministro de la India de 1947 a 1964, quien invirtió en universidades de primer
nivel en el área tecnológica. Construyó el primer Instituto Indio de Tecnología
en Kharagpur. Asimismo, estaba obsesionado en convertir a la India en una
potencia de la era espacial.
[3] Estos hornos andinos fueron destinados a la
fusión de minerales no ferrosos, es decir que no tienen en su composición el hierro,
como ser el cobre, estaño, aluminio, zinc, etc.
[4]Además, en estas casas de planta circular, los fuertes fríos no pueden
impactar de frente las paredes, por su forma cónica, sino más bien generar una
capa evolvente de aire logrando un efecto termo estabilizador. Asimismo, los
techos por su redondez tienden a no ser fácilmente arrancados.
[5] Sobre el
prototipo aymara hacemos referencia a modelos de personas exitosas aymaras,
quienes rompen con el pensamiento de la nostalgia y del lamento boliviano, sino
más bien para estos personajes no existe lo imposible. Además, buscan crear,
reinventar y producir algo nuevo y dejar un aporte a su nación aymara y la
humanidad en general.
[6] Habría que resaltar que en los 80 y 90 todos los automóviles en
su mayoría utilizaban como combustible la gasolina o diésel. Por tanto, los
pobladores y familiares admiraban los avances científicos de los hermanos Titirico.
[7] Roly Ronal
Mamani es de origen aymara estudia en la carrera de Ingeniería Electrónica de la
Universidad Pública de El Alto. Actualmente vive en el municipio de Achocalla
en la segunda laguna en la comunidad Marquirivi.
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